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El cuidado del casco: clave para la salud y el bienestar del caballo

Prácticas en clinic “Gestión del casco descalzo en el caballo de deporte” CEREC, Brión 2023

El estado de los cascos de un caballo es esencial para garantizar su salud, bienestar y rendimiento. Los cascos no solo soportan todo el peso del animal, sino que también tienen un papel crucial en su movilidad y estabilidad. Un cuidado adecuado no solo previene problemas de movilidad, sino que también protege contra enfermedades que pueden afectar gravemente su calidad de vida.

El herraje o recorte adecuado

El herraje y el recorte son fundamentales para mantener la alineación correcta de las extremidades del caballo, previniendo lesiones o sobrecargas. El trabajo de un herrador profesional experimentado es indispensable, ya que un herraje mal ejecutado puede causar desequilibrios que afectan no solo a los cascos, sino también a las articulaciones, músculos y ligamentos del caballo. En algunos casos, puede derivar en problemas crónicos como cojera o dificultad para caminar.

Para los caballos descalzos, el recorte debe realizarse con regularidad. Esto es esencial para evitar deformaciones o el crecimiento excesivo de la pared del casco, lo cual podría causar dolor o incomodidad al caballo. Dependiendo de la actividad y el terreno donde trabaje el caballo, la frecuencia del recorte puede variar. Además, el recorte ayuda a mantener la forma natural del casco y favorece su crecimiento saludable.

La higiene: una rutina imprescindible

El mantenimiento de la higiene de los cascos es una tarea diaria que no debe pasarse por alto. El barro, la suciedad y el estiércol acumulados en los cascos pueden generar un entorno húmedo propenso a infecciones, como la candidiasis o la podredumbre del casco, que afectan las capas internas del casco y la salud general del caballo. El uso de un limpiacascos adecuado es fundamental para retirar cualquier residuo que pueda quedar atrapado, evitando así que se desarrollen bacterias u hongos.

Además, mantener las cuadras y los pastos en condiciones secas y limpias es esencial. Los caballos que pasan mucho tiempo en establos húmedos o en suelos mojados están más expuestos a enfermedades como la podredumbre de la rana o infecciones por hongos. Es importante también revisar los cascos después de cada paseo o entrenamiento, especialmente si el caballo ha estado en terrenos de barro o agua estancada.

Un cuidado integral para caballos sanos y felices

El bienestar de un caballo está íntimamente ligado al estado de sus cascos. Un caballo con cascos saludables es capaz de moverse con mayor libertad y sin dolor, lo que le permite rendir al máximo en sus actividades y disfrutar de una vida plena.

El cuidado preventivo de los cascos incluye no solo el herraje o recorte adecuado y la higiene diaria, sino también la observación de cualquier cambio en su comportamiento, como cojera, sensibilidad o cambios en el crecimiento del casco. Estos signos pueden ser indicativos de un problema en desarrollo que debe ser tratado lo antes posible.

El impacto del tipo de actividad y terreno

El tipo de actividad que realiza el caballo y el terreno en el que trabaja también influirán en el cuidado necesario. Por ejemplo, los caballos que realizan saltos de alto rendimiento o trabajos en terrenos duros y abrasivos, como las pistas de competencia, pueden requerir un herraje especializado y un recorte más frecuente. Del mismo modo, los caballos que trabajan en terrenos blandos y húmedos, como los de campo o establos con suelos mojados, pueden necesitar atención extra en cuanto a la higiene y protección de los cascos.

Factores adicionales

El desgaste de los cascos también depende del tipo de actividad diaria que realice el caballo y el tipo de terreno que pise. Es importante considerar estos factores a la hora de ajustar el cuidado y la frecuencia de las revisiones.

Verano: En los meses de calor, los cascos tienden a crecer más rápido. Esto significa que el caballo puede necesitar un recorte o herrado más frecuente, cada 6 a 8 semanas, para evitar que el casco se vuelva frágil o irregular debido al crecimiento acelerado. Además, las superficies más duras del suelo pueden desgastar los cascos más rápidamente, por lo que es importante realizar un seguimiento más cercano.

Invierno: Durante la temporada fría, el crecimiento de los cascos tiende a ser más lento, por lo que los recortes pueden espaciarse entre 6 a 12 semanas. Sin embargo, las condiciones más húmedas y frías pueden aumentar el riesgo de infecciones, por lo que se recomienda realizar revisiones periódicas. La humedad puede reblandecer los cascos y permitir la entrada de microorganismos causantes de enfermedades.

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