Lo que comenzó como una aventura de seis meses terminó convirtiéndose en una travesía de un año entero.
Salvador Soriano emprendió en solitario un viaje en un carro tirado por caballos, con la idea de recorrer paisajes alejados de las multitudes y reencontrarse consigo mismo.
Pasó la Navidad en Reinosa, recorrió los Picos de Europa y, tras más de mil kilómetros de ruta, ha llegado a Usún, Navarra.
Allí, hace 18 años, fue acogido junto a su familia durante ocho meses. Esta etapa del viaje ha supuesto también un regreso emocional: Usún es el lugar donde visitó por primera vez una hípica con sus padres, despertando una afición que marcaría su vida.
Sin prisa, dejando que el tiempo y los paisajes hablen, Salvador ha dado forma a una experiencia vital que trasciende la distancia recorrida.









