Ahora mismo, mientras escribimos estas líneas desde el avión, Chacco Marketing está rumbo a Calgary. Nuestro destino no es otro que Spruce Meadows, lugar que todo amante de la hípica ha escuchado nombrar alguna vez y que, quienes lo conocen, describen como algo muy cercano a la perfección.
Lo curioso es que todo empezó como un proyecto de apenas 34 hectáreas. Hoy son más de 200 dedicadas al caballo y al deporte, siendo el legado del sueño que tuvieron la familia Southern hace ya medio siglo. Ellos querían traer a Calgary lo mejor de la hípica mundial. Y vaya si lo lograron.
Spruce Meadows es un motor económico, social y cultural para Calgary. Margaret Southern, que a sus 94 años sigue recordando con gran orgullo cómo creció el proyecto, cuenta que sin la ayuda de amigos, voluntarios y la comunidad, nada habría sido posible. Tal vez por eso en 2015 nació la Leg Up Foundation, que devuelve a Calgary todo ese apoyo con proyectos sociales, educativos y deportivos.
Aquí estamos, camino a Masters, uno de los cuatro Majors del Rolex Grand Slam of Show Jumping. Decir que Spruce Meadows es un templo del Salto no es exagerar: en 2002 fue votado como las mejores instalaciones de Salto al aire libre del mundo, por encima incluso de Aachen. Y desde 2013 forma parte del circuito más prestigioso de nuestro deporte junto a Ginebra, Aachen y ‘s-Hertogenbosch.
Este año, además, la cita es todavía más especial. Spruce Meadows celebra sus 50 años con un calendario de competiciones internacionales y actos conmemorativos.
Los días grandes serán el 6 de septiembre, con la BMO Nations Cup a 1,60 m, y el 7 de septiembre, con el CPKC ‘International’ presented by Rolex, dotado con nada menos que 5 millones de dólares en premios, el mayor de la historia. ¿Será Martin Fuchs, que ya ha ganado en Aachen y en Calgary en los dos últimos años, el siguiente en escribir su nombre en el Rolex Grand Slam? Lo descubriremos en unos días.
Para nosotros, como equipo de comunicación, estar en Spruce Meadows es uno de nuestros grandes sueños, el cual se repite por segunda vez.
Spruce Meadows no se explica, se vive.









