La artista detrás de “Fighter”, la escultura de Tornado VS en Dehesa Montenmedio
Tornado VS, uno de los mejores caballos de Armando Trapote, está inmortalizado en bronce gracias al talento de la artista Carlota Sarvisé (Zaragoza, 1991). La joven creadora dio vida en 2024 a “Fighter”, una escultura de 1,20 metros que preside ahora las instalaciones de Dehesa Montenmedio, un lugar donde arte, deporte y naturaleza conviven en perfecta armonía.
Desde niña, Sarvisé estuvo rodeada de arte. Su formación académica se consolidó en Bellas Artes (2010-2014) y en Proyectos de Obra y Decoración (2016-2018). Durante sus estudios comenzó a experimentar con la acuarela y definió una estética propia basada en el minimalismo, la línea y el color.
Su pasión por el mundo hípico la llevó a encontrar en el caballo un eje central para su obra. “Me gustan los trabajos significativos, sencillos y elegantes”, asegura. Esa búsqueda de lo esencial es la que después trasladó a la escultura en bronce, técnica en la que descubrió un nuevo lenguaje. “El bronce y la fundición me parecen un mundo apasionante e ilimitado”.
La historia de “Fighter” comenzó en 2019, cuando Carlota expuso por primera vez en un concurso hípico en Alcalá de Henares. Allí conoció a Teresa Blázquez y Armando Trapote, quienes adquirieron una de sus esculturas. Años más tarde, en 2024, Armando volvió a llamarla con una propuesta especial: quería una escultura de Tornado VS.
“Me dijo que quería la cabeza de su caballo bebiendo. Le respondí que podía hacerlo, pero que debía mantener mi línea de trabajo. No se trataba de reproducir la cabeza, sino de simplificarla, de darle aire y movimiento. A Armando le gustó la idea y me puse con ello”, recuerda Sarvisé.
El proceso comenzó con una visita al propio caballo. “Quería verlo en persona, fijarme en sus rasgos y en su mirada. Solo estuve media hora, pero me bastó para percibir que Tornado es un caballo inquieto y atento, con una mirada noble y fuerte. Lo que más me sorprendió, sin duda, fue su tamaño al natural y el de sus cascos. Es increíble que un caballo de esas características pueda llegar tan alto”.
A partir de esa primera impresión y con la ayuda de vídeos y fotografías, Carlota elaboró un pequeño boceto. “Buscaba el equilibrio en la figura, simplificando los rasgos que menos aportan. Quería darle ligereza, finura, pero a la vez fuerza. No era solo una cara amable bebiendo agua, quería un caballo alerta, atento mientras bebía. En la obra me gusta dar movimiento a las figuras; en este caso, jugué con las orejas, una hacia delante y otra hacia detrás, y con una crin en movimiento, saliéndome del realismo y buscando una terminación ligera”.
Cuando presentó la propuesta a Trapote, supo que había acertado: “Después de varias pruebas le envié la que más me gustó, cuando vi que la figura funcionaba. Se sostenía solamente con la parte central de la cara y tenía las facciones de Tornado. Le gustó y de ahí ya la pasé a gran formato, en cera de fundición, para después fundirla en bronce”.
Para Carlota, “Fighter” fue su primera obra en bronce a gran escala. El proceso de fundición en sus palabras: “Fue muy emocionante todo el proceso. Ir dándole forma día tras día y ver cómo iba evolucionando era muy interesante.”
La obra terminada impresionó incluso a la propia artista: “Cuando la vi en grande, en bronce, me encantó. Tornado es un caballo especial y eso hace que el trabajo también lo sea”.
El emplazamiento elegido no podía ser otro que la cuadra de Armando y Teresa en Dehesa Montenmedio. “La arquitectura es elegante y sencilla, con un diseño perfecto para el sur. Y además está en el Sunshine… ¿qué más se puede pedir?”, afirma Sarvisé.
La artista ha querido aprovechar la oportunidad para nombrar a uno de sus referentes. “He de agradecer a Salvador Fernández Oliva, escultor al que conocí en una Madrid Horse Week hace siete años, que fue quien me introdujo en el mundo de la escultura, abriéndome las puertas a su estudio y enseñándome cómo se trabajaba el bronce”.
Web de Carlota Sarvisé: https://bernainteriorismo.com/













