El golpe de calor representa un gran riesgo para los jinetes y amazonas, especialmente en días calurosos durante entrenamientos bajo el sol. Los síntomas pueden ser difíciles de reconocer mientras se monta, pero es fundamental estar alerta y conocerlos para evitar situaciones peligrosas.
Los síntomas más comunes incluyen un aumento excesivo de la temperatura corporal, lo cual puede ocurrir incluso estando bajo sombra. La piel caliente y seca, sin sudoración, es una señal clara de que el cuerpo no está enfriándose adecuadamente.
Otros síntomas a tener en cuenta son la dificultad para concentrarse o seguir instrucciones mientras montas, y dolores de cabeza intensos, a menudo acompañados de mareos. También es común experimentar una fatiga extrema, que indica que el cuerpo está luchando contra el calor. En algunos casos, pueden presentarse náuseas o vómitos, junto con una respiración rápida y superficial, lo que indica que el cuerpo está intentando regular su temperatura interna.
Si sientes mareos mientras montas, es crucial detener la actividad de inmediato. Un aumento en la frecuencia cardíaca también debe ser motivo de alerta, ya que refleja que el cuerpo está reaccionando al estrés térmico.
En caso de experimentar cualquiera de estos síntomas, es esencial interrumpir la actividad, buscar un lugar fresco para descansar, hidratarse a pequeños sorbos de agua y enfriar el cuerpo con agua fría o toallas húmedas. Si los síntomas persisten o empeoran, es vital buscar atención médica urgente.
La prevención es la mejor forma de evitar un golpe de calor. Mantenerse bien hidratado antes, durante y después de montar es clave. También es recomendable evitar entrenar o competir durante las horas más calurosas del día. Reconocer los síntomas a tiempo es esencial para proteger nuestra salud y garantizar la seguridad, que siempre debe ser la prioridad al montar a caballo.









