Hoy queremos dedicar unas palabras a todas las madres que forman parte de este deporte, aunque no se suban al caballo. A esas mamás que están siempre ahí, desde el primer paseo en poni hasta las competiciones internacionales.
A las que madrugan sin quejarse, cargan agua, trenzan crines, preparan bocadillos, aplauden sin importar el resultado y recorren kilómetros solo por vernos dar una vuelta en la pista.
Gracias por acompañarnos en cada entrenamiento, por no preocuparos del frío, el calor, el barro o el polvo.
Por esperar en el coche mientras llueve, por grabar cada recorrido con la misma emoción del primero, por confiar en nosotros incluso cuando ni nosotros mismos lo hacemos.
Gracias por todo lo que sacrificáis, por lo que calláis y por lo que hacéis sin pedir nada a cambio.
Sabemos que este deporte no es fácil ni barato. Pero para vosotras, eso nunca ha importado.
Porque cada uno de vuestros esfuerzos forma parte de nuestro camino. Porque sin vosotras, nada de esto sería posible.
Hoy, en el Día de la Madre, os lo decimos claro: gracias, mamás, por ser nuestras mayores fans, nuestro motor y nuestras compañeras de vida en esta loca aventura a caballo.
-Redacción por Cristina Prado-









