El país más frío de toda África celebra carreteras de caballos. Para ello, los jinetes y amazonas llevan mantas de lana coloridas para protegerse de las bajas temperaturas.
Las carreras de caballos se pueden ver desde las crestas montañosas en una de las zonas más altas de África, a 2.200 metros sobre el nivel del mar.
El propio país subraya que no solo se trata de deporte, sino de un verdadero carnaval cultural en donde las apuestas cobran una relevancia abismal.
En las carreras participaron también niños con los caballos autóctonos del país, robustos y de pequeña alzada, más que preparados para la zona montañosa en la que conviven.









