Cada vez que nos desplazamos a un concurso, no vamos solo con cámaras, móvil y ordenador. Vamos con la energía de quien sabe que, detrás de cada dorsal, hay una historia que merece ser contada. Y eso es lo que hacemos en Chacco Marketing: ser el altavoz de nuestros jinetes y clientes desde fuera de la pista.
Comunicación real, en tiempo real
Durante los días de competición, nuestro trabajo arranca incluso antes de que llamen al primer caballo a pista. Desde que llegamos empezamos a crear contenido: grabamos, escribimos, fotografiamos, editamos, publicamos. Cubrimos lo que está pasando, pero también lo que significa. Porque no se trata solo de decir que un jinete ha hecho un cero, o que ha tenido unas grandes notas: se trata de contar qué hay detrás de ese recorrido o reprise, cómo ha llegado hasta ahí.
Nos movemos entre la inmediatez de las redes sociales y el cuidado del contenido profesional. Combinamos la frescura del directo con la estructura que necesita una buena noticia o nota de prensa. Damos voz a quienes están concentrados en montar.
Redes sociales, notas de prensa, artículos… todo con intención
Durante cada concurso, asumimos la gestión activa de los perfiles sociales de nuestros clientes. Eso significa programar publicaciones, responder a su comunidad, y mantener una imagen coherente y alineada con los objetivos de su marca o carrera deportiva. Queremos que cada publicación sume.
Además, redactamos noticias y notas de prensa para medios especializados y generalistas. Si hay algo relevante nos encargamos de que se cuente bien, en el lugar adecuado, con el tono adecuado.
Somos apoyo, somos presencia
Cuando trabajamos con jinetes, somos su altavoz desde fuera de la pista. Y eso implica mucho más que escribir o grabar. Implica estar. Estar atentos a lo que necesitan. Estar cuando ganan y también cuando no sale. Estar para resolver, para acompañar, para darles la tranquilidad de que fuera todo está en marcha, que pueden concentrarse al cien por cien en lo que realmente importa: su caballo y su prueba.
Muchas veces, ese «estar» también incluye ayudar con una acreditación, mover material gráfico, resolver una urgencia o simplemente compartir una charla amigable. Cada concurso es diferente, pero en todos tenemos claro que nuestro papel es sumar, sin estorbar.
Ir de concurso es vivirlo. Es entender cuándo hablar y cuándo callar, cuándo grabar y cuándo dejar respirar. Es tener la cámara lista, pero también la mano extendida. Porque lo que pasa dentro de la pista emociona. Y lo que pasa fuera… también merece ser contado.









