El 1 de enero de 2025, la actriz australiana Sibylla Deen se vio obligada a intervenir para salvar a una potra salvaje de tan solo cinco horas de vida. La pequeña había caído en el arroyo esa mañana y, consciente de que sin su ayuda no lograría sobrevivir, Sibylla actuó rápidamente.
“El agua estaba helada y supe que, si no la sacaba de allí, no lo conseguiría. La línea entre la intervención humana y la vida salvaje es muy delicada, y siempre intento abordarlo con una gran intuición”, explicó Sibylla sobre su decisión de actuar.
Con la placenta aún adherida a su cuerpo, Sibylla devolvió a la potra a sus padres, quienes, al ver lo sucedido, se acercaron con evidente angustia. “La potra permaneció junto a mí un poco más de lo que me hubiera gustado, y eso me rompió el corazón. No quería soltarla, pero sabía que debía darles espacio para reunirse nuevamente”, recordó. Cuando finalmente se apartó, vio con alivio que la pequeña ya estaba amamantando.
Tras el rescate, Sibylla permaneció observando a la familia equina durante un par de horas más, mientras los padres vigilaban a la foal, formando un círculo protector a su alrededor. “La potra era tan diminuta que apenas se podía ver entre la hierba. Estaba nerviosa, pues no sabía si lograría sobrevivir, pero al final despertó, y la manada comenzó su marcha hacia la montaña”, añadió.
Sibylla, quien sintió una profunda conexión con el animal, decidió llamarla Morning Star, un nombre cargado de esperanza y simbolismo, que reflejaba la nueva oportunidad de vida que se le brindaba.
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