El legendario actor, director y activista medioambiental Robert Redford, falleció recientemente a los 89 años en su hogar en Sundance, Utah (Estados Unidos), rodeado de sus seres queridos. Desde sus inicios en Hollywood, el intérprete destacó no solo por su talento y carisma, sino también por su amor por la naturaleza y por los caballos, una pasión que lo acompañó durante toda su vida.
Propietario del Horse Whisper Ranch, convirtió ese espacio en un refugio dedicado al cuidado y entrenamiento de caballos, reflejando su conexión con ellos. Esta afición trascendió la vida privada y se plasmó en la gran pantalla con películas tan icónicas como “El hombre que susurraba a los caballos”, donde exploró la relación de confianza y respeto entre humanos y équidos.
Su fallecimiento supone la pérdida de una figura irrepetible que dejó huella en el cine, en la defensa del medioambiente y en el mundo ecuestre.
Mucho ánimo a sus familiares y amigos.









